Antonio Atienza

Antonio Atienza
Fotografía & Conservación

sábado, 7 de julio de 2012

EL DESCORCHE O PELA DEL ALCORNOQUE


Sobre la segunda quincena del mes de Junio hasta mediados de Agosto, en los angostos canutos de los Alcornocales, se lleva a cabo una de las labores mas arraigadas de la Sierra, la extracción de la corcha,  una cultura tradicional  llevada a cabo desde antaño  por las familias que vivían en el monte, una forma de vida, una profesión sobre el manejo magistral  del hacha, un aprendizaje y herencia de padres a hijos, de generación en generación.

 Las cuadrillas  de corcheros generalmente formadas por clanes familiares y guiadas por un corchero maestro, salen esperanzados  al monte a ganar con mucho esfuerzo el jornal, confiando en que  la  pela  se dará bien, es decir, que la corteza del alcornoque se despegará fácilmente. Pero este proceso no dependerá de la maestría, fuerza y agilidad de estas gentes del campo, si no de cómo hayan transcurrido las diferentes estaciones  del año: pluviometría, humedad, temperatura, etc.… influenciando todo estos factores sobre el estado de la arboleda.




Una buena finca corchera con una buena superficie de pies de Alcornoques , es dividida en varias parcelas , con el fin de que cada nueve años , de forma correlativa cada una de estas divisiones , sea aprovechada para la extracción del corcho, mediante el arte tradicional del descorche o saca del corcho con hacha.  A la primera pela de un nuevo alcornoque  o   chaparreta,  la corteza  se denomina Bornizo.

En una cuadrilla suelen ir varias colleras  de hachas, corcheros maestros que encaramados a los árboles, de forma magistral y milimétrica y  al ritmo que les permita el cuerpo en función de  la climatología, irán cortando y golpeando con sus especiales y  afiladas hachas,  descorchando o pelando  sin tocar ni dañar el tronco del árbol, ahuecando y despegando la corteza o planchas con la parte final del aplastado mango del hacha denominado  la burja o hurga.







Si las panas o planchas  de corcha caídas a pie de árbol  son demasiado anchas o largas, un rajador las cortara con una  afilada cuchilla , dándole la forma y el tamaño, para que puedan ser cargadas en las bestias.


Varios recogedores irán  recogiendo las planchas o panas   extraídas para apilarlas en pequeñas  Pilas, cerca de las veredas secundarias donde entraran las bestias para cargar guiadas por los  arrieros.









 Los arrieros se encargarán de  cargar en los arreos o jadoques  hasta  cuatro quintales de corcha ( 184 kilos por mulo ). Una vez  que las reatas están cargadas ( una reata costa de entre tres a cinco mulos ),  mandadas por  voces y  de forma sincronizada,  comienzan a descender buscando la vereda maestra que les llevará   hasta el patio de corcha.









Una vez en el patio, las bestias son recibidas y descargadas  por los  hombres de confianza , un responsable  por cada uno de las partes implicadas en el negocio de dicha extracción: Uno  por parte de la cuadrilla de corcheros, una persona  puesto por el encargado y dueño de dueño de la finca y otro por el corredor encargado de la compra y venta de la materia prima. Estos hombres son los encargados de pesar los quintales de corcha en una rudimentaria pero  eficaz  herramienta, denominada  La Cabria.

El ultimo proceso en el campo,  será cargar los camiones que trasladaran el producto a las fabricas donde se les dará el correspondiente tratamiento y uso.



A pesar de haber asistido en multitud de ocasiones a este enigmático acontecimiento, fielmente todos los años, procuro ponerme en contacto con alguno de estos magníficos  clanes familiares, apodados cariñosamente como por ejemplo;  los peluza, los melones, etc…  pasando con ellos varias jornadas de pela, disfrutando de cada golpe maestro de hacha , de multitud de historias y anécdotas contadas en el transcurso de estos calurosos jornales, de estas duras gentes del campo.

Un abrazo
www.antonioatienzafuerte.com





3 comentarios:

  1. Uma reportagem de primeira.

    Beijo carinhoso.

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  2. Precioso repotaje, muchas gracias por ilustrarnos

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  3. Gracias, ya que di con el alcornoque durante la lectura de la Palabra de Dios. Nunca antes habia escuchado mencionar tal arbol. Verdaderamente que es muy interesante el proceso. Muy bello!

    Att. Marlene

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